Voces Futuras, primer proyecto global de la Fundación LLYC

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La Fundación LLYC ha cerrado con éxito su primer proyecto global, Voces Futuras. Un proyecto único en el que más de 100 voluntarios de diversas áreas de las oficinas de LLYC en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, España, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana han ayudado a alrededor de 300 jóvenes en riesgo de exclusión social a reforzar sus técnicas de soft skills, ligadas a la comunicación y la oratoria, con el objetivo de ofrecerles herramientas útiles para afrontar su futuro personal y profesional.

Voces Futuras nació con el objetivo de movilizar y motivar a los voluntarios de la Fundación hacia una causa común a todos los mercados, flexible, escalable y que generase un impacto positivo, medible y directo ante un mismo reto global. En línea con la vocación de la Fundación de generar valor para el cambio social a través de la comunicación, se lanzó el proyecto vinculado al ODS 4: Educación de calidad, contribuyendo así a la Agenda 2030.

En palabras de Cristina Ysasi-Ysasmendi, Directora Corporativa, “se trata de un proyecto único y muy enriquecedor. La Fundación LLYC ha sido capaz de globalizar una causa mundial, como es la educación, en todos los países en los que la compañía está presente. Gracias al compromiso y dedicación de nuestros voluntarios, aportamos nuestra formación y expertise, ayudando en la educación a menores en riesgo de exclusión. Ellos son la clave de nuestro futuro y merecen toda nuestra ayuda”.

Para llevar a cabo el proyecto, la Fundación LLYC unió fuerzas con diferentes partners sociales en los diferentes países en los que se desarrolló el proyecto como la Fundación Cimientos (Argentina), Christel House (México), Fundación Pere Tarrés (Barcelona), Fundación Magnolia (Colombia), LAB XXI (Ecuador), Fundación Tomillo (Madrid), Niña Valiente (Perú), Transición a la Vida (Panamá), Associação Cova do Mar (Portugal) y Fundación la Merced (República Dominicana).

Construyendo un futuro mejor gracias al poder de la oratoria

Para que el proyecto se desarrollase óptimamente, se establecieron diferentes sesiones y talleres teórico-prácticos a lo largo del año.

En estos encuentros se compartió con los menores las claves para la construcción del mensaje, el correcto manejo del lenguaje no verbal, el control de la ansiedad y las técnicas de cómo construir un storytelling exitoso, en los que los jóvenes fueron los protagonistas.

A lo largo de las sesiones, se crearon equipos con el objetivo de que practicaran lo aprendido durante los talleres. Así, ellos contaron diferentes historias personales poniendo en práctica todas las herramientas y trucos proporcionados por los voluntarios.

Además, se grabaron las exposiciones de cada participante para visionarlas y corregir detalles, con el objetivo de que fueran mejorando. Un jurado formado por los voluntarios seleccionó los mejores proyectos, valorando varios factores como el lenguaje, la presentación, el tono y la convicción de los mensajes. Con ello se generó una experiencia única, emocional y enriquecedora tanto para los voluntarios como para los participantes.