Algo se cuece ¿Te lo vas a perder?

Son muchas las voces que nos han dicho que la comunicación ha cambiado. A lo largo de los últimos 20 años, alrededor de Internet, visionarios y gurús nos han contado las claves de esta revolución. El empoderamiento ciudadano, la globalización, la transparencia, la crisis de credibilidad de las organizaciones y la tecnología han modificado las reglas del juego.
Sin embargo, si lo miramos desde el punto de vista de la empresa, son pocos los que están haciendo camino. Me refiero a proyectos empresariales que hayan construido una propuesta integral de valor, auténticamente internacionalizados, manejados desde la lógica de un negocio y que estén explorando las virtudes de este movimiento disruptivo.
En LLORENTE & CUENCA, lo vivimos así. Estamos haciendo el camino al andar. Sin renegar de todo lo aprendido, estamos aportando nuestro granito de arena apoyando a las organizaciones que quieren aprovechar las oportunidades que les ofrece el nuevo escenario. La clave es el matrimonio a tres del talento, la organización y la innovación.
Tenemos un proyecto que impacta e influye. Lo consiguen 500 cracks que trabajan desde la pasión por lo que hacen y con la convicción de que su oficio aporta valor real. Solo de este modo se logra aprovechar las disrupciones en beneficio de clientes y colaboradores.
Lo curioso es que al hacerlo otros se sienten atraídos por el proyecto, lo cual añade más conocimiento y experiencias a la fórmula. El talento produce la innovación que se integra en la organización que a su vez atrae más talento. Probablemente se trate del mismo círculo virtuoso que otras empresas en otros sectores ya pusieron en marcha hace una pila de años.
Tan seguros estamos de que esta fórmula funciona y aporta beneficios por igual a los profesionales y a la empresa, que hemos creado el Área Corporativa de Talento, Organización e Innovación. Su misión es seleccionar y retener a los mejores que comparten con nosotros esta visión de revolucionar sin dejar de andar para seguir explorando las fronteras de nuestra devoción.
Mis socios me han pedido liderarla. ¡Guau! Es un privilegio pero ¡Vaya responsabilidad! A pesar de que desconozco las técnicas de la gestión de los recursos humanos, apuestan por mi experiencia al frente de los negocios, primero como “revolucionario” (jajaja!) de 2008 al 2013 a la cabeza de la especialidad de Comunicación Online y luego como “revolucionado” co-dirigiendo con el gran Arturo Pinedo nuestras operaciones de Madrid, Barcelona y Lisboa.
Lo mejor de estos ocho años ha sido, sin duda, la oportunidad de conocer y colaborar con algunas de las mentes más brillantes y generosas del sector. Se da la coincidencia de que además eran en todos los casos buenas personas. ¡Cómo no voy a divertirme ahora! Tendré más contacto con ellas y con las que abundan en todos nuestros mercados. Decía uno de los hombres más sabios con los que he podido conversar: “a cada uno se le da bien aquello con lo que disfruta más”.
Pues bien, yo disfruto mucho, pero que mucho, construyendo equipos formados por buenas personas, inteligentes y sanamente ambiciosas. Espero que eso me ayude a desempeñar bien mi nuevo rol.
Definitivamente algo se cuece en LLORENTE & CUENCA, algo gordo. Mi socio y amigo Amalio Moratalla lo definiría con su extraordinario concepto del “lío”. Estamos organizando un buen lío con nuestras 15 operaciones en 12 países. Desde la caseta del jardinero estamos tomando el palacio de invierno. Desde la función un tanto lateral de la agencia, frente a la protagonista de los clientes y de los líderes de opinión, estamos contribuyendo a cambiar este oficio: comunicar-conversar para establecer compromisos con aquellos que importan a nuestros clientes.
Y, al hacerlo, también estamos persuadidos de que impulsamos una nueva forma de hacer más humana y transparente por parte de las organizaciones con las que colaboramos. En los tiempos que corren, ese es nuestro principal aporte a la sociedad en la que convivimos.