La Reserva Federal estadounidense quiere comunicar mejor

LLYC
por
25 abril 2011

Casi tres años después de que se desatara la actual crisis financiera y de los mercados que está azotando los mercados maduros de Occidente, la Reserva Federal estadounidense, the Fed, el equivalente al Banco Central estadounidense, llega a la conclusión de que no está comunicando bien. En palabras de Richard Fisher, Presidente del Dallas Fed, y miembro del Comité de la Reserva Federal que se ocupa de asesorar al Presidente de ésta, Ben Bernanke, en cómo mejorar la comunicación de la institución: “Si no explicas las cosas, alguien las explicará por ti”. Este cambio en la política de comunicación es un reconocimiento de que las cosas no se han estado haciendo bien hasta ahora. Ni el silencio, ni la confusión que guiaron la comunicación de la Fed durante el año pasado tuvieron un efecto beneficioso, más bien lo contrario, en opinión de la Fed y Bernanke, sobre las medidas económicas que se iban adoptando para hacer frente a las dificultades que afrontaban los mercados y la economía estadounidense para recuperarse de la crisis de 2008. En realidad, el secretismo y la descoordinación ayudaron a que los oponentes políticos internos del Presidente Obama y muchos gobiernos extranjeros desconfiaran de las decisiones que se estaban tomando lo que se reflejó en las oscilaciones de los mercados y en las estimaciones del proceso de salida de la crisis. A partir de ahora, Bernanke hablará directamente con la prensa. Sin intermediarios. Las actualizaciones de las predicciones económicas que la Fed prepara en cuatro de sus ocho reuniones anuales estarán seguidas en el futuro por una rueda de prensa del propio Presidente de la Fed. Exactamente lo mismo que hacen otros bancos centrales, por cierto. Además, los informes de previsiones se publicarán el mismo día en que alguna decisión sea adoptada, sin esperar, como ocurría en el pasado, con tres días de retraso. El eje de las intervenciones de Bernanke ligarán las decisiones de política macroeconómica con la futura evolución económica y su impacto sobre los ciudadanos de forma que se entienda mejor lo que la Fed hace y por qué lo hace. Y, todo ello, coordinado por un grupo de trabajo dedicado a estas tareas de comunicación. Nada nuevo, nada revolucionario. El viejo método de la transparencia informativa que es el único que funciona para ayudar a aclarar las cosas, a permitir que uno tenga la cuota de voz (“share of voice”) que se merece para explicar su propia versión de los hechos de los que es protagonista y ser, parecer y actuar como una institución transparente, creíble y que no tiene nada que ocultar. Parece una buena lección para otros organismos similares. Jorge Cachinero, Director Senior de Innovación y Desarrollo Corporativo de LLORENTE & CUENCA

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