Acaba de concluir la I Cumbre Iberoamericana de Comunicación Estratégica, Cibecom. Después de tres días sumergido en los temas que actualmente son fundamentales para nuestro sector y que, a su vez, fueron los tres pilares de este evento –reputación, sostenibilidad y transparencia– quiero compartir algunas reflexiones que se deben tener en cuenta en la búsqueda del liderazgo y las buenas prácticas.

La primera es que como consultoras y agencias del mundo de la comunicación, no debemos alejarnos de las nuevas tecnologías, esto sería un error grave que nos alejaría de todos nuestros stakeholders y de sus constantes necesidades. La transformación digital de nuestro sector vino para quedarse al igual que en el resto de la economía. Una de ellas, más palpable que nunca en la actualidad, es la hipertransparencia. El big data, las redes sociales y la inmediatez han llevado a una exigencia constante de la llamada “hipertransparencia” por parte de las comunidades y el empoderamiento del consumidor. Esto no es diferente en América Latina, incluso, se podría decir que es esta región la que ha visto su oportunidad de ejercer presión y demandar a empresas de todos los sectores una mayor implicación con este pilar.

La segunda reflexión es comprender a nuestras comunidades, lo que implica entender el contexto social en el que vivimos y actuar de acuerdo al mismo. Durante la jornada de sostenibilidad, uno de los puntos destacables fue entender las propias preocupaciones de las empresas e instituciones de realizar un trabajo responsable. Estamos pasando de modelos de compensación a verdaderos modelos de generación de valor compartido.

Cada vez se vuelve más imprescindible una gestión coherente de las empresas para con la sociedad. Es aquí donde nosotros, los profesionales de la comunicación tenemos uno de los mayores retos: ¿cómo puede ayudar la comunicación a lograr este objetivo para las empresas? Somos nosotros quienes debemos establecer y mantener esas relaciones fundamentales con los grupos de interés. Debemos ser portavoces para la creación de modelos de negocio sostenibles, debemos escuchar para generar soluciones reales a problemas del día a día de las comunidades.

La tercera, es que no podemos cosechar buenos frutos si no tenemos ningún tipo de credibilidad ante nuestros stakeholders. Por ende, la reputación debe ser siempre una de nuestras bases para lograr establecer una plena confianza que, combinada con la transparencia, logrará el “engagement” total de nuestras comunidades. Es el momento idóneo para Latinoamérica de demostrar su potencia en el sector de habla hispana. Para las empresas e instituciones de la región, la gestión de la reputación se ha convertido en el primer impulsor de la marca y la viga que sostiene su entereza e integridad.

Finalmente en Cibecom, hemos podido comprobar que nuestro sector se afianza cada vez más en un mercado que busca constantemente la estabilidad. La región latinoamericana es ahora capaz de usar la comunicación como herramienta de cambio y ha abierto numerosas posibilidades de relaciones comerciales que desafían estructuras antiguas muy arraigadas en el territorio hasta ahora. Un reto apasionante en el que caminaremos junto a nuestros clientes, que son la razón de ser de nuestro negocio.