Redes sociales y Daesh en Niza. Cuando el horror se retransmite en real time

De nuevo el terror ha ocupado la atención mediática mundial como consecuencia de un atentado terrorista en Francia. Por primera vez, no ocurre en una capital europea, pero de nuevo las redes sociales ocupan un papel destacado a la hora de compartir la narrativa del terror. El terrorismo yihadista (en especial el Daesh) se ha nutrido de una metodología del storytelling que está, sin duda, a la altura de las mejores agencias de comunicación del mundo. Las redes yihadistas, y también sus lobos solitarios, buscan donde hacer daño, mucho daño y además que ese dolor tenga garantías de ser retransmitido en directo por quienes lo sufren. No hay mejor forma de causar confusión y terror si quienes difunden la información son quienes sufren el ataque. Y mejor aún si lo hacen en directo, de forma desestructurada, sin un mínimo análisis y trufando su relato de informaciones sesgadas, bulos y rumores. Hasta ahora en ninguna guerra aquellos que sufrían el ataque relataban en directo su propio terror y confusión. El Daesh debe estar disfrutando mucho.
De nuevo ayer lo vimos. Antes de que los medios de comunicación se hicieran eco de la noticia. Las redes sociales, especialmente Twitter, se llenaban de cientos de mensajes relatando lo que ocurría. Siempre con confusión. Información bruta de gran impacto emocional capaz de generar una alta incertidumbre al ser relatada de forma sincrónica y parcial. Miles de ojos reflejan en directo lo que ven sin saber realmente que está sucediendo frente a sus smartphones. Cientos de mensajes, decenas de vídeos en YouTube, decenas de transmisiones en directo emitidas por Periscope. Muchas de ellas de extrema dureza. Según datos de KeyHole entre las 00.00 h y las 07.00 h del día de hoy el Hashtag #Niza en castellano ha tenido un alcance de 19.985.245 usuarios de Twitter.
En esta ocasión, los medios españoles de más prestigio actuaron en general con profesionalidad. Fue el caso del 24 horas de TVE que prefirió esperar unos minutos a confirmar lo que podía estar pasando antes de ser el primero en informar. A esto añadió la decisión de no publicar imágenes cruentas de víctimas. Sin embargo, no fue así en todos sitios y, desde luego, Twitter se llenó en minutos de numerosas imágenes realmente duras.
La aparición de bulos y rumores
Como viene siendo habitual, casi de forma inmediata, aparecieron algunos bulos y rumores. El más insistente se centró en que se escuchaban disparos en la localidad y que se habían tomado rehenes en dos hoteles. La gente inmediatamente se refugió en locales comerciales, cafeterías y sus hogares. La policía francesa pidió a los ciudadanos que permanecieran en sus casas ante la confusión existente y para facilitar las operaciones policiales. En este punto los medios comentaban el rumor, pero sin llegar a convertirlo en noticia. Se puso en marcha el Hashtag #PortesOuvertesNice que tuvo un alcance de más de medio millón de cuentas alcanzadas. También cundió el rumor de un incendio en la Torre Eiffel.
Hay que destacar aquí la labor de los voluntarios digitales en emergencia franceses que, desde la cuenta @VISOV1, se emplearon a fondo con el fin de detectar y neutralizar rumores y señalar fuentes solventes. También enviaron mensajes recomendando no compartir imágenes cruentas. Desde España @vostSPAIN les daba apoyo con mensajes en la misma línea.
Además, equipos del VOST estuvieron trabajando en reportar como contenido abusivo o perjudicial aquellos tweets que compartían imágenes cruentas. Y es que, como vengo defendiendo, a la espera de que Twitter invente algo más efectivo, la propia red se autorregula y acaba funcionando como un horno auto-limpiable. Afortunadamente, profesionales de la emergencia como los Team VOST contribuyen ya a ello en muchos países del mundo.